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En las relaciones de pareja es muy común que se proyecten las ansiedades, temores y sentimientos negativos en el otro. La pareja tiende a proyectar las características propias que no son aceptables o resultan amenazantes.

La pareja debe estar dispuesta a observarse a sí misma para adentrarse en la comprensión de sus experiencias de crecimiento. Si la pareja cumple con esta disposición, se podrán elaborar los objetivos con gran expectativa de que estos, sean logrados.

Los objetivos principales de la terapia de pareja deben basarse en identificar, reconocer, elaborar y aceptar los rasgos negativos que se le atribuyen a la pareja que, al analizarlos, se vuelve posible dejar de ver a la pareja como un espejo. Desarrollando de este modo, la capacidad de ver las características propias de la pareja y no únicamente las que son identificadas como negativas. De esta manera, se obtiene el aprecio de las propiedades positivas en el otro.

Logrando este primer objetivo, se promueve la capacidad de proporcionarse mutuamente intimidad, sexualidad, empatía, autonomía y capacidad de crecimiento. Disminuyendo la culpabilización mutua se vuelve posible discernir entre lo real y lo fantaseado (bueno y malo) de forma que las expectativas comienzan a tener una base más realista.

Si las expectativas llegan a reducirse a lo que el otro en verdad puede ofrecer, de inmediato surgen los sentimientos de agradecimiento y deseo de compensar al otro en lugar de esperar que el cambio positivo surja de la pareja.

El papel del psicoterapeuta es crucial en la parte de identificar patrones de funcionamiento intrafamiliar de cada uno de los miembros de la pareja y señalar lo propio de cada uno. De esta manera evita que la pareja siga reprochando al otro lo que en realidad debe elaborar consigo mismo.

Es frecuente que la pareja por este tipo de situaciones proyectivas, quede atrapada en un círculo vicioso de agresiones del cual difícilmente pueda salirse. Así que, el psicoterapeuta interrumpiría eventualmente el vaivén de culpabilización y expectativas agresivas de un miembro de la pareja hacia el otro.

Con este principio, la terapia cumplirá diversas funciones entre las cuales se encuentra principalmente, el cambio terapéutico en la pareja en orden de una relación sana.